INSENSIBILIDAD CONGÉNITA AL DOLOR
Se trata de una enfermedad genética caracterizada por una incapacidad para sentir dolor y percibir la temperatura junto con la falta o disminución del dolor (anhidrosis). Se trata de una enfermedad de herencia autosómica recesiva.
Síntomas
Suelen aparecer en el
nacimiento o durante la infancia. Los primeros síntomas incluyen:
- Fiebres muy altas causadas por la falta de sudor
- Convulsiones debidas a las fiebres altas
- Falta o disminución de la sudoración en el tronco y las extremidades
- Piel gruesa y callos en las palmas de las manos
- Partes en el cuero cabelludo donde el pelo no crece (hipotricosis)
- Provocarse daño a sí mismo no intencionadamente (automutilación)
- Insensibilidad profunda al dolor
- No hay percepción de la temperatura
- Curación lenta de las lesiones de la piel y los huesos.
- Infecciones crónicas óseas (osteomielitis)
- Tono muscular débil (hipotonía) durante los primeros años
- Problemas de comportamiento como inestabilidad emocional o
hiperactividad
- Discapacidad intelectual
- Dificultades de aprendizaje
Causas
Esta enfermedad está
causada por mutaciones en el gen NTRK1. Este gen es el encargado de aportar
instrucciones para sintetizar una proteína importante para el desarrollo de las
células nerviosas que llevan información sobre el dolor, la temperatura y el
tacto (neuronas sensoriales).
Esta mutación provoca que
la proteína no funcione adecuadamente, lo que conlleva a que las neuronas no
reciban las señales adecuadas y se mueran.
Algunos estudios sobre
muestras de tejido cerebral de personas con esta patología han
mostrado anormalidades en algunas zonas del cerebro relacionadas a las regiones
responsables de las sensaciones de dolor y temperatura. Estas anormalidades
incluyen:
- Ausencia de pequeñas neuronas y fibras de los ganglios y de las raíces
dorsales, que contienen los cuerpos celulares de las neuronas sensoriales.
- Ausencia del tracto de Lissauer, compuesto de fibras que transmiten
principalmente dolor, temperatura e información táctil.
- Reducción en el tamaño del tracto espinal del nervio trigémino que
recibe información sobre las sensaciones del tacto profundo, del dolor y
de la temperatura
Cura y tratamiento
Actualmente no existe
cura para esta enfermedad.
El manejo es de apoyo y
está orientado a controlar la hipertermia, a prevenir la automutilación y al
tratamiento de problemas ortopédicos que pueden potencialmente ocasionar
deformidades graves e invalidantes. Es necesario también proporcionar apoyo a
los familiares para hacer frente a los problemas de conducta y a los aspectos
educativos.
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