HEMOFILIA
La hemofilia es una enfermedad genética hereditaria caracterizada
por hemorragias espontáneas o prolongadas debidas a la deficiencia de los
factores de coagulación VIII o IX. Sin suficiente cantidad de estos
factores, la sangre no se puede coagular adecuadamente para detener el sangrado. La incidencia anual es de 1 entre 5.000 nacimientos en varones y la
prevalencia en la población se estima en 1 entre 12.000.
La hemofilia se transmite de manera recesiva ligada al gen X
y alrededor del 70% de pacientes hemofílicos tienen un historial familiar
positivo para la enfermedad. La enfermedad está causada por mutaciones en genes
que codifican para los factores VIII (hemofilia A) y IX (hemofilia B).
La hemofilia afecta a los varones, pero las mujeres
portadoras de la mutación también pueden presentar una forma leve de la
enfermedad.
En general, la aparición de la enfermedad ocurre cuando los
niños afectados aprenden a andar. La gravedad de las manifestaciones depende de
la magnitud de la deficiencia de los factores de coagulación.
·
Si la actividad biológica del factor de coagulación es
inferior a 1%, la hemofilia es grave y se manifiesta con:
o
hemorragias espontáneas frecuentes
o
sangrados anormales como resultado de heridas leves o después
de cirugía o extracciones dentales
·
Si la actividad biológica del factor de coagulación está
comprendida entre 1 y 5%, la hemofilia es moderada, y cursa con:
o
sangrados anormales
después de heridas leves, cirugía o extracciones dentales
o
raramente con hemorragias espontáneas
·
Si la actividad biológica del factor de coagulación está
entre 5 y 40%, la hemofilia es leve con:
o
sangrados anormales como resultado de heridas leves, o
después de cirugía o extracciones dentales
o
sin hemorragias espontáneas
Los
sangrados se localizan habitualmente en las articulaciones (hemartrosis) y en
los músculos (hematomas), pero pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo
después de un traumatismo o lesión. Las hematurias (sangre en la orina)
espontáneas, bastante frecuentes, son un signo característico de la enfermedad.
El
tratamiento es sustitutivo (derivados plasmáticos). Pueden administrarse
después de una hemorragia o como prevención a los sangrados (tratamiento
profiláctico). La evolución histórica de la hemofilia grave no
tratada es mortal durante la infancia o adolescencia. El tratamiento incorrecto
o insuficiente de los hematomas y hemartrosis provoca una discapacidad motora
muy invalidante asociada a rigidez, deformación articular y parálisis. Sin
embargo, los actuales enfoques de tratamiento permiten evitar estas
complicaciones y tener pronósticos más favorables. La evolución será mejor en
aquellos pacientes que reciban una terapia sustitutiva temprana y bien adaptada
a su evolución clínica.
〄A continuación os dejo el link de la fundación española de hemofilia:http://fedhemo.com/




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