SÍNDROME DE PRADER-WILLI
El síndrome de
Prader-Willi (SPW) es una alteración genética no hereditaria y poco frecuente,
con una incidencia aproximada de entre 1:15.000 recién nacidos vivos.
SÍNTOMAS:
Ocasiona una afectación multisistémica, con
manifestaciones físicas y mentales, que por tratarse de un síndrome no se dan
en todas las personas con la misma frecuencia o intensidad. Sus principales
características son entre otras:
Los
signos y síntomas que pueden estar presentes desde el nacimiento son:
· Rasgos faciales característicos (frente estrecha, ojos almendrados, labio superior fino y boca inclinada hacia abajo), manos y pies pequeños
·
·
Capacidad de respuesta
generalmente deficiente.
·
Genitales subdesarrollados (hipogonadismo)que pueden provocar esterilidad
De
la niñez temprana a la adultez
·
Antojos de alimentos y aumento de
peso
·
Crecimiento y desarrollo físico
deficiente
·
Deterioro cognitivo. La
discapacidad intelectual leve o moderada,
·
Retraso del desarrollo motor.
·
Problemas del habla
·
Problemas de conducta.
·
Trastornos del sueño
Otras características a tener en cuenta son: las
relacionadas con una termorregulación anómala, alto umbral al dolor,
alteraciones traumatológicas y oculares, reacciones adversas a algunos
medicamentos...
CAUSAS:
El síndrome de Prader-Willi es un
trastorno genético, una afección causada por una mutación en uno o más genes. En
este caso, se produce un defecto en el cromosoma 15, que interrumpe el
funcionamiento normal de una parte del cerebro llamada «hipotálamo», que
controla la liberación de hormonas. Cuando el hipotálamo no funciona
adecuadamente, puede interferir en procesos que provocan problemas de hambre,
crecimiento, desarrollo sexual, temperatura corporal, estado de ánimo y sueño.
En la mayoría de los casos, el síndrome de
Prader-Willi se produce por un error genético aleatorio, por lo que no se
hereda.
TRATAMIENTO:
El diagnóstico y el tratamiento temprano pueden mejorar la calidad de vida
de las personas con el síndrome de Prader-Willi.
Si bien los tratamientos específicos varían según los síntomas, la mayoría
de los niños que padecen este síndrome necesitarán lo siguiente: nutrición
adecuada, controles de peso, tratamiento con hormonas de crecimiento y sexuales,
fisioterapia, terapia del habla, control del comportamiento y cuidado de la
salud mental
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